domingo, 10 de junio de 2007

La captura del instante -X-

Llueve ahora y la tarde cae serena. Una anciana camina y observa, y sin embargo su imagen se inmanta de una antigua indiferencia. Ella está en el paisaje y fuera del paisaje, como si pudiera calcarse una bella muñeca en la niña que la acuna; ser cada una, una, y a la vez, una ser ambas. No parece ser aquí este momento. Se diría más bien que está lloviendo y cayendo esta tarde en otro sitio, en uno de esos lugares que resuenan exóticos en la imaginación. No es aquí Buenos Aires; es Orán o El Cairo, o un pueblo perdido de la puna desde donde la anciana no ve las montañas, porque han quedado tapadas por las nubes que se han fijado como en un cuadro. Se mueven ramas, pero no existe el viento.

1 comentario:

  1. querido que increíble ecrbis.... tuve mucho esa sensación que describís, en el último tiempo en esta ciudad, en la que los cielos....... viste que los cielos son distintos? los colores del atardecer.... leyendo ésto que escribís, me llega un atardecer en donde todo era absolutamente amarillo, y una profunda confusión me dejó con la boca abierta.
    abrazos.

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